El padre trae a casa un muñeco de trapo de los que se usan para ritos vudú en Haití, donde cumple tareas de ayuda humanitaria. El hijo conversa con el muñeco, como solo pueden hacer los niños, y este le cuenta acerca de las cosas del país caribeño. Así van apareciendo 13 narraciones que hablan de la historia, las artes plásticas, la religión, la música, las costumbres, la magia de Haití.Este país de 10 millones de habitantes, que ocupa la mitad de una isla en el Caribe, devastada por la acción humana y por múltiples desastres naturales, fue el primero en el cual los esclavos negros traídos de África lograron liberarse, rescatando su condición de seres humanos integrales. Pese a todas las adversidades, Haití ha tenido notables logros en diversos dominios del saber y del arte, y ha desarrollado excelentes productos, tales como el café, los mangos, el vetiver, el ron, entre otros. Las historias del muñeco vudú ayudan a acercarse a esta cultura, más allá de las noticias sobre los desastres que asolan la isla; historias que permitirán a los lectores abrir sus corazones, para establecer encuentros verdaderos con tantos hombres y mujeres, niños y niñas haitianos que han llegado en los últimos años a nuestro país, trayendo consigo su riquísimo y, al mismo tiempo, desconocido acervo cultural.