Este libro nos devela el secreto encanto escondido en la prosa de nuestra gran Gabriela Mistral: cinco cuentos para niños, dormidos por casi un siglo en las últimas páginas de “Desolación”, publicado en Nueva York en 1922. Estos cuentos cuyos títulos nos hablan del mundo natural, especialmente de las plantas, enseñan a los niños acerca de lo humano, aquello que nos ha interesado y movilizado de generación en generación: la igualdad, el respeto, la belleza, la espiritualidad. Las diversas especies de plantas se revolucionan y quieren ser todas iguales en altura; los rosales se visten de espinas para defenderse de que las corten; el agua descubre que las feas raíces son prolongación de las bellas rosas sobre la tierra; el cardo, despreciado por las flores más bellas y gráciles, es el único que ha visto a Cristo en su pesaroso caminar; el charco de agua pútrida es redimido por el sol, al liberarlo en el ciclo del agua. Gabriela, gran conocedora del mundo infantil, presenta estos temas a través de la personificación de plantas y elementos de la naturaleza, lo que les da la liviandad necesaria para una auténtica comprensión de los pequeños lectores. Son cuentos que estimulan la imaginación, tan apagada en estos días por un uso inapropiado de diversas pantallas, pero que también despiertan el asombro y la admiración por el mundo natural que nos rodea. La ilustración dialoga fluidamente con el encanto de estos cuentos, enfatizando la magia y el sentido del humor.